La mayoría de sitios que hablan sobre flujos de caja suelen decir que “el flujo de caja es la sangre de tu empresa”.
Pero… yo creo que comparar el flujo de caja con la sangre no tiene mucho sentido.
Si lo pensamos bien, el flujo de caja se parece más al sistema digestivo, no solo porque en ambos encontramos “entradas” y “salidas” de recursos, que en lenguaje contable serían los ingresos y egresos, sino porque ambos son super importantes para el correcto funcionamiento del sistema. Tanto los ingresos como los egresos son necesarios en su medida justa, sin excesos ni faltas.
Y estarás pensando: ¿pero que están hablando? si estoy aquí para aprender sobre flujos de caja, no sobre anatomía!
Y es cierto, pero lo curioso es que mantener sana la caja en tu empresa se parece mucho a un sistema digestivo sano, por eso hoy veremos cómo se parecen y 3 señales para reconocer qué tan sana está la caja en tu empresa 💪!
1. Los ingresos son mayores que los egresos 📈
Tal como un cuerpo sano adquiere los nutrientes necesarios de los alimentos, los procesa y luego expulsa lo que ya no necesita, en una empresa debe haber un ligero (si no considerable) excedente de recursos entrantes. En un flujo de caja sano los ingresos deben ser superiores a los gastos. Esto es obvio ¿no? Pues es lo que pensamos, pero no!
La mayoría de emprendedores suele pasar por alto que sus ingresos deben ser superiores a los gastos (apoyados por la cultura del préstamo y de las rondas de inversión en la que vivimos) y solo reaccionan cuando la empresa se ve en aprietos o cuando ya es muy tarde y ha quebrado. No en vano un estudio del US Bank demostró que el 82% de las empresas pequeñas quiebran debido a desbalances en el flujo de caja!
Y no solo es eso sino que los ingresos deben ser regulares. Así como tu cuerpo necesita alimentación constante, debes procurar que tu empresa implemente estrategias para que tus clientes quieran trabajar contigo continuamente o que vuelven a tu tienda por más y así haya un flujo constante de efectivo 🎩.
Sin embargo, los ingresos también tienen su truco. Por ejemplo, hay ingresos más “sanos” que otros. Las ventas de tus productos o servicios, o las ganancias por inversiones que hayas hecho siempre serán mejores que los préstamos bancarios, que también son ingresos pero que, si no los usas correctamente, pueden convertirse en un lastre para la salud de tu empresa.
2. Las deudas son inexistentes o muy bajas 💸
Las deudas comienzan siempre como ingresos muy tentadores pero a largo plazo pueden ser perjudiciales. Estas son similares a comer una hamburguesa doble con papas fritas cada vez que tengas la oportunidad: se ven geniales y saben buenisimo pero a la larga te pasarán factura.
En una empresa o pyme sana, las obligaciones de deuda se pueden pagar con facilidad y a tiempo, pues hay el efectivo suficiente para ello. Ya sea pagar a tus proveedores o pagar un crédito bancario, lo ideal es adquirir la menor cantidad de deuda posible y siempre ajustándose a los objetivos financieros de la compañía 😎.
Además, no tener que recurrir a préstamos es un buen indicador de que la caja está sana pues puedes costear tus inversiones, costos y gastos sin ayuda externa.
3. Tiene estrategias para cobrar lo que te deben 🏦
Los clientes se pueden demorar en pagarte. Eso es algo normal, pero de una u otra forma termina afectando el flujo de caja en empresas pequeñas y medianas. Las demoras en los pagos se pueden comparar con la deficiencia de nutrientes en el cuerpo por mala alimentación, pero ¿cómo solucionamos este problema?
La solución está en cambiar los hábitos 💡.
Es común que las empresas pequeñas no cuenten con estrategias para cobrarle a sus clientes como sí sucede en grandes empresas, y esto es una cuestión de hábitos: las pymes no están acostumbradas a cobrar ordenadamente, lo cual evita que se proyecten esos ingresos en el informe de flujo de caja o en el presupuesto y que haya desbalances
Sin embargo, implementar estrategias de cobro soluciona este problema. Estas incluyen fechas límite para ejecutar los pagos, pueden aplicar descuentos por pagos anticipados o incluso establecer recargos por demora en los pagos, o pueden directamente cobrar por anticipado, tal como hacen las grandes cadenas de retail en Internet.
También puedes automatizar esta tarea creando recordatorios en fechas específicas para indicarle a tus clientes que tienen una obligación pendiente contigo. De hecho, Chipax lo hace por ti 🤖.
Por último, puedes optar por el factoring, una práctica en la que una empresa intermediaria te paga a ti las facturas pendientes bajo comisión y a la vez se encarga de cobrarle a la empresa que te debe. El factoring viene creciendo en Chile y en América Latina, y es una estrategia que mantiene la caja saludable y tu empresa andando.
En conclusión… 👀
Como puedes ver, un flujo de caja sano es muy parecido a mantener en buena forma nuestro sistema digestivo. No solo es fundamental tener un balance entre ingresos y egresos sino que los ingresos sean de “calidad”, así como cambiar de hábitos para que el todo funcione correctamente. Por cierto, un flujo de caja sano también evita el estrés ⚡, así que hacerlo solo trae beneficios!
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